ISLA SUR DE NUEVA ZELANDA



Este fue un viaje de 24 días a la isla sur de Nueva Zelanda. Sin duda lo más duro y engorroso fue el transporte hasta allí en tres aviones. El primero de siete horas y pico, desde Madrid a Doha, luego el más largo desde Doha a Auckland, con una duración de 16 horas, y luego otro más de hora y media, que nos llevó desde la capital, en la isla norte, a  Christchurch, la ciudad más grande de la isla sur.







Después de un viaje tan pesado, en la aduana de Auckland, a uno de mis amigos, al que se le olvidó una mandarina en el equipaje de mano, le sancionaron con 400 dólares neozelandeses. Con este ejemplo os hago saber la dureza de las restricciones a la hora de entrar en el país. A parte de no poder pasar ningún tipo de materia orgánica, que controlan escrupulosamente, llegan incluso a desinfectarte las suelas de las botas en el caso de que se vean restos de arena o barro, por mínimos que éstos parezcan.


El viaje, orientado al cien por cien a descubrir la naturaleza de esta isla, como no podía ser de otro modo y para disfrutar al máximo de la misma, lo íbamos a hacer en una furgoneta camperizada, en este caso éramos tres personas, y alquilamos una con capacidad para que durmieran cuatro personas, con el fin de tener algo más de espacio, con cocina, frigorífico y ducha de agua caliente por gas. También teníamos inodoro, aunque decidimos no utilizarlo debido a lo reducido del espacio y a la inmejorable red de baños públicos con los que está equipado el país, donde en casi todas las poblaciones , por pequeñas que éstas sean, hay unos baños públicos limpios.


Nuestra furgotena camperizada


Zona para cocinar con fregadero



 Los precios variaban dependiendo de la calidad de la furgoneta o caravana, y hay varias páginas de internet donde se puede consultar. Los más baratos eran coches alargados camperizados para dormir y montar una cocinilla detrás, y que tenían el incoveniente de que al no tener inodoro, la mayoría de los lugares habilitados para pasar la noche en plena naturaleza, prohibían la pernoctación. Desde este tipo de vehículos más sencillos, hasta las más lujosas autocaravanas de diseño que os podais imaginar, dependiendo del presupuesto que cada uno tenga, se pueden alquilar para recorrer Nueva Zelanda.


Nuestra furgotena camperizada


A partir de ese momento, iniciamos una andadura de 3000 kms., en la que casi todas las cosas que necesitábamos eran muy caras, la gasolina y la comida serían a partir de ahora los elementos que se iban a llevar la mayor parte de nuestro presupuesto, habiendo ya pagado el alquiler de la furgoneta y los pasajes de los aviones. Con un par de aplicaciones, encontrábamos lugares donde aparcar la furgoneta para dormir. Los había que eran gratis y otros que cobraban dinero, y luego las había sencillas y otras con un montón de lujos.


Nosotros comprábamos la comida en los supermercados, mucho más caros que en España, excepto quizá un par de cosas, una de ellas la carne de buena calidad, y cocinábamos en la furgoneta. Siempre llevábamos la nevera y la despensa llenas de comida, para poder preparar los platos cuando tuviésemos hambre sin importar lo aislados que estuviésemos.

Desde Christchurch, nos dirigimos a un pequeño parque provincial situado al sur de la ciudad, y que estaba en una bahía a la orilla del mar, el Orton Bradley Park, para pasar la primera noche.



Orton Bradley Park





 Desde ahí, después de dar un paseo matutino por la zona al día siguiente, nos encaminamos hacia el  Parque Nacional Aoraki o también llamado P.N. Monte Cook, a 347 kms. en dirección oeste, haciendo paradas en granjas de ciervos o en lugares paradisíacos, como los lagos glaciares de Tekapo o Pukaki.



Una de las granjas de ciervos



Lago Pukaki



En este precioso lago glaciar, el Pukaki, pasamos la noche en una zona de para caravanas al borde del mismo. A la mañana siguiente nos adentramos en el parque Aoraki, donde hicimos varias caminatas y  visitamos distintos valles. Es un parque de alta montaña, con ríos, bosques, praderas y glaciares.



Area de caravanas en Lago Pukaki






Camino del P.N Aoraki/Monte Cook




P.N.Aoraki/Monte Cook

P.N.Aoraki/Monte Cook

P.N.Aoraki/Monte Cook

P.N.Aoraki/Monte Cook

P.N.Aoraki/Monte Cook

Monte Cook ( 3764 m.s.n.m )


P.N.Aoraki/Monte Cook

P.N.Aoraki/Monte Cook

P.N.Aoraki/Monte Cook

P.N.Aoraki/Monte Cook






P.N. Aoraki/Monte Cook





P.N. Aoraki/Monte Cook



Después de visitar este espectacular parque, que alberga el pico más alto de Nueva Zelanda ( Monte Cook con 3764 m.s.n.m. ), nos dirigimos a la ciudad costera de Oamaru ( ciudad amante del "steampunk" y construída en parte con arquitectura victoriana ), a 210 kms. al sureste, atravesando zonas de lagos como el lago Ruataniwha, el Benmore o el Aviemore, pequeños pueblos y campiñas, con algunas granjas más en el camino donde se criaban al menos un par de tipos de ciervos.

Después de visitar la ciudad con su curiosa arquitectura victoriana salpicada de detalles del, en un principio, un subgénero literario, más tarde consolidado como un movimiento artístico y socio cultural, el denominado"steampunk", nos dirigimos a una playa, a cinco kms. al sur de la ciudad, a ver la llegada a última hora de la tarde de los amenazados Pingüinos Ojigualdos ( megadyptes antipodes ), que junto con los pingüinos de Fiorland ( eudyptes pachyrhynchus ), son las dos especies endémicas de pingüinos de Nueva Zelanda. Después de una larga espera, con lluvia incluída, solo aparecerían dos individuos. En un registro subfósil, se describió al Pingüino de waitaha ( megadyptes waitaha ), que se cree fue extinguida después de la colonización polinesia del siglo XIV, y que su nicho ecológico lo ocupó el ahora amenazado pingüino ojiamarillo.








Oamaru


Oamaru

Oamaru

Oamaru






Oamaru

Oamaru


Oamaru





Playa de anidación del pingüino ojiamarillo



Pingüino ojiamarillo ( megadyptes antipodes )

Pingüino ojiamarillo ( megadyptes antipoda )

Pingüino ojiamarillo ( megadyptes antipodas )

Pingüino ojiamarillo ( megadyptes antipodes )



Después de ver llegara a la pareja de pingüinos, recorrimos los 113 kms. que separan Oamaru de Dunedin, no sin antes pernoctar en una zona de caravanas pegado a una playita.





Playa cercana a la  penísula de Otago


Playa cercana a la  penísula de Otago



La razón de la visita a esta península, aunque casi toda ella está deshabitada y había cientos de kilómetros de senderos por los que caminar, era sin duda la única colonia de Albatros reales del norte ( diomedea sanfordi ), especie endémica y única colonia que anida en tierra habitada por seres humanos, y las salidas pelágicas por la zona. Las aguas neozelandesas son a la hora de tener posibilidades de observar distintos tipos de albatros y otras aves pelágicas en una sola salida, una de las mejores del mundo. Su capital, Dunedin, sin demasiado interés, la despachamos en un par de vueltas con la furgo, y con un par de visitas a los supermercados para abastecer nuestro frigorífico y la despensa.




Dunedin




Por el módico precio de 55 dólares NZ, un modesto barquito te alejaba de la costa con el fin de ver la colonia de albatros reales de tierra firme desde el mar y el resto de pelágicas que se mueven por esta zona abundante en pescado. La excursión merece la pena si te gusta observar fauna, ya que también se ven lobos marinos, y es alucinante si eres un aficionado a las aves. También se puede visitar solo la colonia terrestre de albatros reales desde tierra firme, entrando al Albatross royal center en el cabo Taiaroa, por 86 dólares de NZ.


Estos gigantes pelágicos, son la segunda especie más grande de albatros del mundo, después del Albatros viajero ( diomedea exulans ). El nombre de la familia proviene del griego Diomedes, donde sus acompañantes de convertían en aves. Hasta 1998 tanto los Albatros reales del sur ( diomedea epomorpha ), que crían en las islas más sureñas Campbell y Aukland, como los del norte ( diomedea sanfordi ), que tienen sus colonias de cría en las islas Chatham y en Taiaroa head, estaban consideradas como una misma especie. Miden 115 cms. de alto, pesan hasta 8,5 kgs. y tienen una envergadura que llega hasta los 3,5 m., en una medida record de uno de los Albatros reales del sur. Diferencias en el comportamiento y algunas pequeñas en su morfología, llevaron a algunos científicos a separalos en especies distintas. Los calamares y otros cefalópodos constituyen el 85 % de su dieta, completada con peces, crustáceos, salpas y carroña. Se emparejan de por vida y alcanzan la madurez sexual a los ocho años, crían cada dos años, ya que la incubación es de 80 días y el pollo se desarrolla en 240 días. Pueden vivir tanto como los humanos. Fuera de la época de cría, circunnavegan los mares del sur por la corriente de Humbold y la plataforma patagónica.

Otra especie endémica de las islas del archipiélago neozelandés, es el Albatros cauto ( thalassarche cauta ), separado en especies distintas, igual que los reales, del Albatros de corona blanca ( thalassarche steadi ) en 2004, y solo por una parte de los científicos. Estos son algo más pequeños que los diomedea y miden de 90 a 99 cms de largo, con una envergadura que oscila desde los 220 cms. hasta los 256 cms.. Existen unos 375.000 individuos en total , y sus islas de cría son la isla de Dissapointment, Auckland, Adams,  y la pequeña isla Bollons, en el archipiélago de Antípodas.

Otro de los albatros endémico de Nueva Zelanda que pude ver y de la misma familia que el Albatros cauto, fue el Albatros de Buller ( thalassarche bulleri ), algo más pequeño que los anteriores con 86 cms. de largo. Anidan en las islas de Chatham y Snares, y fuera de la cría se mueven entre los mares australianos y los de América del sur, incluyendo la corriente de Humbold frente a las costas de Chile y Perú, alimentándose de calamares, peces y krill.

Otras aves pelágicas como los petreles, las pardelas, los fúlmares y los paíños están emparentados con los albatros.


Península de Otago

Costa de la península de Otago



Albatros real del norte ( diomedea sanfordi )

Albatros real del norte ( diomedea sanfordi )

Albatros real del norte ( diomedea sanfordi )

Albatros cauto ( thalassarche cauta )

Albatros cauto ( thalassarche cauta )

Albatros cauto ( thalassarche cauta )

Albatros real del norte ( diomedea sanfordi )

Albatros real del norte ( diomedea sanfordi )

Albatros real del norte ( diomedea sanfordi )

Albatros cauto ( thalassarche cauta )

Albatros de Buller ( thalassarche bulleri )

Pardela gorgiblanca ( procellaria aequinoctialis )

Albatros de Buller ( thalassarche bulleri )

Albatros de Buller ( thalassarche bulleri )



Albatros cauto ( Thalassarche cauta )





Pardela gorgiblanca ( procellaria aequinoctialis )

Abanto marino antártico ( macronectes giganteus )

Albatros cauto ( Thalassarche cauta )

Albatros cauto ( Thalassarche cauta )

Pardela gorgiblanca ( procellaria aequinoctialis )

Pardela gorgiblanca ( procellaria aequinoctialis )

Abanto marino antártico ( macronectes giganteus )

Abanto marino antártico ( macronectes giganteus )

 Colonia de Albatros real del norte ( diomedea sanfordi )

Colonia de Albatros real del norte ( diomedea sanfordi )

Albatros cauto ( Thalassarche cauta )

Albatros cauto ( Thalassarche cauta )

Albatros cauto ( Thalassarche cauta )




Después de la península de Otago, bordeamos la costa hacia el sur para visitar la región de los Catlins, en el extremo sureste de la isla, una región con bosques bien conservados, unos 600 km2, destacando los bosques de Rimu y Totara, que debido a su densidad y difícil acceso, nunca fueron talados. Mucho más deshabitada, y con unos estuarios y zonas de acantilado espectaculares. Un auténtico paraíso paisajístico y un lugar para el disfrute del sosiego y la tranquilidad, y de buenas olas para los surfistas. Recorrimos tranquilamente algunas zonas de bosque del area de conservación de Los Catlins y del parque forestal del mismo nombre, reductos de la flora autóctona y el resto de los lugares que visitamos fue siguiendo la línea costera.
Estuvimos en Kaka y Nugget point, Cathedral caves, Jack´s blowhole, Purakaunui, Papatowai, Waikawa, Punta slope, el punto más meridional de la isla, y Fortrose, hasta llegar a Bluff, población desde donde salen los ferries a la Isla de Steward que al final decidimos no visitar por falta de consenso.

Aunque para los amantes de la naturaleza recomiendo la visita a la isla de Steward, ya que es el refugio de muchas de las especies ya extinguidas o en pelígro de extinción que habitaban hace 400 años en este archipiélago, como Kiwis, Kakapos, Tiekes, kakas o los Pericos maoríes. Hay algunos santuarios como las pequeñas islas de Ulva en el este o la Codfish en el oeste.




Nugget point  ( Región de los Catlins )

Región de los Catlins

Región de los Catlins




Región de los Catlins


Región de los Catlins




Región de los Catlins
Región de los Catlins
Región de los Catlins
Región de los Catlins

Región de los Catlins
Región de los Catlins
 


Región de los Catlins

Región de los Catlins

Región de los Catlins

Región de los Catlins



Tras un breve paso por la pequeña ciudad de Invercargill para repostar y hacer unas compras, nos encaminamos hacia el oeste de la isla para adentrarnos en sus parques más salvajes y remotos. Seguimos bordeando la costa atravesando pequeñas poblaciones costeras como Riverton, hasta que una carretera nos puso en dirección norte bordeando la infranqueable zona sur del P.N. de Fiorland.



Riverton

Riverton

Costa sur, ya cerca del oeste



Antes de llegar a Manapouri, paramos en las cuevas Clifden, cerca del puente en suspensión del mismo nombre, construído para la Gran guerra, y que atravesaba el río Waiau. Cueva a la que se podía acceder libremente sin vigilancia y que recorrimos durante alrededor de 300 m. con las linternas frontales, donde tuvimos que atravesar un par de lagunas subterráneas.




Cuevas Clifden

Cuevas Clifden

Cuevas Clifden



 También paramos en unos humedales, las Rakuta wetlands, lugar de descanso de montones de anátidas.



Rakuta wetlands


Rakuta wetlands

Rakuta wetlands



Desde Manapouri, un pequeño pueblo de estilo canadiense a orilla de un lago, sale una espectacular carretera, que atraviesa las poblaciones de Te Anau y Te Anau sounds, y que durante 139 kms., atraviesa el P.N. de Fiordland hasta llegar al famoso fiordo de Mildford sound. En Te Anau se puede contratar una excursión para ver en una cueva al otro lado del lago, una gran concentración de las famosas luciérnagas que habitan en ambas islas. El precio era de casi 90 dólares de NZ y es mejor reservar si no se dispone de demasiado tiempo para esperar.  Existen rutas para llegar andando hasta Milford sound e incluso se puede elegir visitar otro de los muchos fiordos del parque y que aseguran que son igual de espectaculares. Si se opta por las caminatas, estas son de varios días, hay que reservar con mucha antelación si se visitan de noviembre a abril, y los precios de los permisos son muy elevados. Es cierto que la red de senderos está muy bien equipada, con refugios en el camino de gran calidad, pero a nuestro modo de ver, hacer una caminata de cuatro o cinco días, dejando la caravana, ya pagada y bastante cara de por si, y añadir más gastos al viaje, supondría salirse de un presupuesto ya bastante abultado. Este tipo de senderos está presente por toda la geografía de la isla, y es un reclamo turístico muy importante, así que podría ser otra forma de disfrutar de la inmensa naturaleza salvaje de esta isla desplazándose en trasporte público de sitio en sitio, y realizando grandes caminatas por distintos lugares de la isla sur. El presupuesto sería también muy elevado ya que a parte de la comida y los permisos, el transporte público es también muy caro.


Nosotros pernoctamos en uno de los lugares habilitados para ello, más o menos a mitad de camino, a orilla de un riachelo de aguas heladas, cerca de lago Gunn,  y rodeados como no podía ser de otro modo de bosques y montañas, con el sonido de los búhos sonando al caer la noche. Al día siguiente por la mañana nos acercamos al fiordo de Milford sound y sacamos los boletos para el paseo. Éste, consistía en recorrer el fiordo en barco hasta el mar abierto y media vuelta, acercándonos a varios puntos de interés a ambas orillas, sobretodo caídas de agua laterales, aunque también a una colonia de lobos marinos. También tuvimos la suerte de poder ver una familia de delfines, nadando a la misma altura del barco. Nos hizo un día soleado, cosa rara en este lugar de gran pluviosidad anual, aunque al realizar el paseo a las 12 de la mañana, con el sol tan alto, en las mejores panorámicas, algunas de las fotos dejan mucho que desear.




















P.N.  Fiorland

P.N.  Fiorland

Lugar habilitado de pernoctación de caravanas en el P.N. Fiorland

P.N.  Fiorland

P.N.  Fiorland



Lugar habilitado de pernoctación de caravanas en el P.N. Fiorland

P.N.  Fiorland



Luna casi llena desde el P.N de Fiorland





P.N. de Fiorland



Lago Gunn - P.N. Fiorland



P.N. de Fiordland



Túnel de carril únioo de acceso a Mildford sound


Fiordo de Milford sound desde la orilla






Milford sound desde el barco




Milford sound desde el barco




Milford sound desde el barco








Milford sound desde el barco


Delfines comunes oceánicos ( delphinus  delphis ) desde el barco

Delfines comunes oceánicos ( delphinus  delphis ) desde el barco

Delfines comunes oceánicos ( delphinus  delphis ) desde el barco




Milford sound desde el barco



Milford sound desde el barco



Milford sound desde el barco


Milford sound desde el barco


Milford sound desde el barco


Milford sound desde el barco



Milford sound desde el barco


Milford sound desde el barco




Milford sound desde el barco




Milford sound desde el barco




Avioneta sobrevolando el Fiordo



Después de unos días disfrutando de este aislado, salvaje y espectacular parque, nos dirigimos hacia el norte para visitar las ciudades de Queenstown y Wanaka, ciudades orientadas a los deportes de aventura, pasando por el alargado lago Wakatipu y entrando a visitar la cosmopolita ciudad de Queenstown, situada a 172 kms. y unas dos horas de Manapouri. Asentada en la orilla de uno de los brazos del lago, esta bonita ciudad está repleta de gente joven que llena sus parques y paseos cuando hace un día tan espléndido como cuando estuvimos nosotros por allí. Pudimos notar el altísimo nivel de vida de las gentes del lugar, la limpieza y tranquilidad que se advertía, parecidos a las pequeñas ciudades del norte de Europa o América.

Después de visitar esta agradable ciudad, nos adentramos por carreteras secundarias dirección a la otra ciudad orientada a la práctica de los deportes de riesgo, que compite con Queenstown por el liderazgo de los mismos, Wanaka. Atravesamos una zona de media montaña, solo salpicada con alguna que otra granja, muy separadas entre si, y llegamos a un lugar a medio camino de los 74 kms., cerca de Cardrona, que separan ambas ciudades, donde colgados en una valla, había multitud de sujetadores que las mujeres iban dejando enganchados a medida que iban visitando aquel monumento feminista. Estando nosotros allí, un grupo de coreanas hizo lo propio, reforzando aún más el número de prendas tan multitudinariamente expuesta.

Wanaka, una ciudad a orillas de un lago glaciar, tiene más aspecto de pueblo desperdigado. Lugar tranquilo y muy bonito, ideal para relajarse y darte unos baños en sus playas de arena gruesa. Por supuesto, y para todos los amantes de los deportes de aventura, tanto aquí como en Queenstown se podían reservar todo tipo de entretenimientos, desde paseos en barco hasta vuelos en helicóptero por las montañas cercanas. Nosotros buscamos un lugar en las afueras para dormir y al día siguiente buscamos los terrenos montañosos del P.N del Monte Aspiring.





Moa, animal extinguido por los maoríes a tamaño original en Queenstown



Queenstown

Queenstown

Queenstown




Camino de Wanaka

Camino de Wanaka

Camino de Wanaka

Monumento feminista entre Queestown y Wanaka, cerca de Cardrona





Río cerca de Wanaka


Wanaka




Después de recorrer más de 50 kms. por carreteras de ripio e incluso tener que vadear algún pequeño riachuelo, llegamos al final de la carretera y donde  empiezan a bifurcarse los senderos, una explanada compuesta por una zona de aparcamiento, una pequeña caseta con unos baños públicos y algunos carteles con mapas de la zona, donde comienzan las excursiones por toda esta area montañosa de increibles paisajes de alta montaña, con bosques, praderas, ríos anchos y glaciares. Cientos de kms. de senderos para poder caminar y varios refugios en las partes altas, para quedarse a pernoctar en esta otra región de los Alpes del sur. Este parque nacional alberga el segundo pico más alto del país con sus 3033 m.s.n.m.. Los maoríes lo llaman "Tititea", que significa "pico centelleante". Mucho menos visitado que el P.N. Aoraki, en este parque se disfrutan más las caminatas, pudiendo sentir la naturaleza y la alta montaña de una forma más íntima. Nosotros hasta nos dimos un baño en uno de los remansos de un arroyo alimentado del deshielo del glaciar, aprovechando la buena temperatura exterior para compensar la sensación de hundirse por completo en la heladas aguas de torrentoso río. Después de una larga caminata por la montaña, nos quedamos a dormir en plena naturaleza, en uno de los lugares donde más descendió la temperatura y donde el silencio más absoluto se convirtió en dueño de la noche.




Camino del P.N. Monte Aspiring


P.N. Monte Aspiring

P.N. Monte Aspiring

P.N. Monte Aspiring


P.N. Monte Aspiring



P.N. Monte Aspiring

P.N. Monte Aspiring

P.N. Monte Aspiring

P.N. Monte Aspiring

Glaciar en el P.N. Monte Aspiring




Tuvimos a la mañana siguiente que volver a recorrer aquellos tortuosos 50 kms. hasta Wanaka, para desde allí recorrer los 142 kms que nos separaban de Haast, lugar donde alcanzábamos la costa oeste de la isla y por la que íbamos a circular los próximos días pegado a esta costa salvaje. La carretera rodeaba el lago Hawea en primer término, pasando luego a recorrer la orilla este del lago Wanaka hasta la población de Makarora, donde parecía que se acababa el mundo. A partir de aquí y hasta llegar a Haast, no había más gasolineras y el precio del combustible, si ya era desorbitado en una gasolinera cercana a los centros urbanos, aquí alcanzaba el máximo precio que pudimos comprobar en todo el viaje. Tuvimos que repostar, ya que con 14 litros cada 100 kms., nuestra furgoneta era una toda una esponja. Este tramo de 80 kms. que atravesaba el P.N del Monte Aspiring en su parte norte, era una mezcla de terreno montañoso y desfiladeros, por supuesto estaba totalmente deshabitado. Precioso para disfrutarlo en un paseo en coche desde luego, pero no tan agradable si tienes una avería o te quedas sin gasolina. A partir de Haast nos esperaban 420 kms. de costa salvaje hasta la ciudad de Westport.




Lago Hawea



Lago Wanaka





Entre Makarora y el estuario del Haast

Entre Makarora y el estuario del Haast



Entre Makarora y el estuario del Haast

Entre Makarora y el estuario del Haast

Entre Makarora y el estuario del Haast

Entre Makarora y el estuario del Haast

Entre Makarora y el estuario del Haast



Entre Makarora y el estuario del Haast




Una vez alcanzado el estuario del río Haast, dejábamos al sur la impenetrable zona montañosa y de fiordos que llega hasta el límite sur de la isla. Orientamos nuestra marcha hacia el norte, atravesando humedales, ríos y lagos, hasta llegar a la zona de los dos glaciares más famosos de la isla, de la que nos separaban unos 130 kms. Famosos como suele ocurrir en estos casos, no porqué sean los más bonitos, grandes o espectaculares, sino por su cercanía al mar y su fácil acceso en vehículo motorizado. El primero de ellos era el glaciar Fox, pero tuvimos que cancelar su visita, ya que habían cerrado todos los accesos al haberse producido una serie de desprendimientos en las carreteras que llegaban hasta él. De esta forma, partimos hacia el cercano, a unos 25 kms.de allí, y según decían , el más bonito de los dos, el glaciar de Franz Josef, al igual que el glaciar Fox, protegido por el Parque Nacional Westland Tai Poutini. Este glaciar, que antaño, como pasa actualmente en todo el mundo, era muchísimo más extenso y ahora queda reducido a unos pocos kilómetros cúbicos de hielo en la parte superior de la montaña. Existe un camino de aproximación al mismo, que te va recordando hasta donde llegaba el hielo en épocas pasadas, y la mayoría del recorrido se atraviesa ahora bordeando la extensísima morrena o caminando por la linde del bosque circundante. El retroceso del glaciar en algo más de un siglo, asciende a varios kilómetros, habiéndose computado una red de caminos de varias decenas de ellos, para aproximarse por ambas laderas e incluso para recorrer los bosques montañosos. Se construyeron un par de poblaciones dedicadas por completo al turismo y prosperando en torno al rendimiento que los glaciares llevan dando desde hace años, y que ahora peligran por el acelerado retroceso de los mismos. Estos ofrecen alojamientos, restaurantes y visitas en helicóptero para sobrevolar los glaciares por unos 90 dólares de NZ por persona.



Playas salvajes con humedales  en las cercanías de Haast


Playas salvajes con humedales  en las cercanías de Haast

Humedal costero en la costa oeste

Vistas de la costa oeste

Glaciar de Franz Josef

Aproximación al Glaciar Franz Josef




Glaciar Franz Josef




Glaciar Franz Josef





Ladera de la morrena del glaciar Franz Josef





Morrena del glaciar Franz Josef


A 27 kms. de la población de Franz Josef, después de atravesar una zona boscosa repleta de lagos y al lado de una larguísima playa y un enorme humedal salado, fuimos a parar a Okarito, una pequeñísima población inmersa en lo más profundo de aquella zona virgen. Aquí, vive una de las últimas poblaciones de una de las cinco subespecies de Kiwis que aún sobreviven en Nueva Zelanda, el Kiwi de Okarito ( aptereyx rowi ). Se organizan salidas nocturnas con el único fin de poder avistar a estas aves terrestres emblemáticas del archipiélago y gravemente diezmadas por la introducción de fauna invasora, primero por los maoríes y más tarde por los ingleses. Esta ave no voladora, evolucionada para no tener que usar las alas para volar durante millones de años al no existir depredadores terrestres, se enfrenta ahora a su mayor declive al no saber como enfrentarse a depredadores como zorros, varios tipos de mustélidos, perros, gatos o ratas entre otros. Cierto es que el gobierno neozelandés pone gran empeño en erradicar a estos invasores foráneos, y hemos visto lugares donde se han llegado a cazar con trampas a una treintena de armiños en una zona de bosque, pero teniendo en cuenta el tamaño de esta isla, el vasto territorio virgen y añadiendo el tiempo que llevan propagándose por la misma, se me hace difícil imaginar que puedan erradicar tantas especies invasoras depredadoras que vienen además de climas muy parecidos al que se da aquí en esta isla sur.

Intenté apuntarme a esa salida nocturna, pero son los contras de no reservar ni saber nunca donde vas a aparecer, que cuando llegué, ya no había sitio para uno más en una excursión limitada. No por ello, me quedé en la furgoneta después de la larguísima caminata que por la tarde nos llevó a traves del bosque y humedales costeros a la ida, y recorriendo la playa a la vuelta a última hora de la tarde, sino que intenté yo mismo, haciendo algunas averiguaciones antes, ir a buscar a los kiwis, y aunque lo intenté hasta las dos de la madrugada, ni vi ni oí a ninguno.

No solo son los kiwis, hay otras especies como el Kakapo ( strigops habroptilus), que pueden medir hasta 60 cms. y pesar entre tres y cuatro kgs., y de la familia de los Keas y los Kakas. Un loro no volador, con gran sentido del olfato, antaño mucho más extendido, que ha quedado relegado a la isla de Codfish, una pequeña isla pegada a la costa oeste de la más sureña isla de Steward, supuestamente libre de depredadores foráneos. Otra especie no voladora, que se ha visto afectada por esta invasión y que ahora está en peligro de extinción.


De todas formas, me fui contento de Okarito, ya que pude observar de cerca y largo tiempo en mi salida nocturna a tres Ninox maoríes ( ninox novaeseelandiae ), que era junto con el extinguido Ninox reidor ( sceloglaux albifacies ), una de las dos rapaces nocturnas que habitaban el archipiélago, comunes en otros tiempos, hasta la llegada de los colonizadores europeos cuando la mencionada especie extinta empezó a declinar, teniéndose el último registro fiable en 1914.

 Durante el día, especies endémicas como los Keas ( nestor notabilis ), el único loro alpino que sobrevive en el mundo y que habita tan solo en los Alpes neozelandeses, aunque baja a menudo a las llanuras costeras, como este grupo de cinco individuos fotografiado en Okarito. Es de gran tamaño, unos 46 cms. y habita en praderas alpinas, matorrales y bosques. Otro grupo de ocho individuos pudimos ver a primera hora de la mañana a gran altitud en el P.N. Aoraki. Antes más numerosos, se los cazó hasta poner en peligro la especie. Se cree que cayeron unos 150.000 individuos. Los Kakas ( nestor meridionalis ), es la otra especie que aún mantiene individuos supervivientes y son más abundantes en la zona oeste de la isla, no como otros de su familia, por ejemplo el Kaka de la isla Norfolk, ya extinguidos y que vivieron en otras épocas en islas más pequeñas del pacífico. También la Yerbera maorí ( poodytes punctatus ) , a la que pude escuchar en unos humedales de agua dulce cercanos al pueblecito. A un familiar de esta Yerbera, el Megaluro de las islas Chatham ( bowdleria rufescens ), especie endémica de esa islas,  no se la volverá a ver ni oir, ya que no se han tenido noticias desde hace más de un siglo.


 Precioso lugar sin duda esta zona de Okarito, en la que me hubiese gustado quedarme algún tiempo más.




Playa en Okarito

Playa en Okarito

Humedales en Okarito




Playa en Okarito






Okarito


Kea ( nestor notabilis )

Kea ( nestor notabilis )


Kea ( nestor notabilis )


Kea ( nestor notabilis )



En esta zona oeste de la isla, como en la mayoría de zonas oeste de las islas en las zonas templadas del mundo, la pluviosidad es muy elevada, y nosotros por supuesto, sufrimos el tiempo inestable que es normal por estos lares. Mucha lluvia, con algunas horas de sol, se iban alternando en nuestro avance hacia el norte siempre por las carreteras costeras. Se avecinaban días de lluvia, y nuestro siguiente destino, siempre atentos a lo que nos pudiésemos encontrar por el camino, era la población de Punakaiki, para visitar los "Pancake rocks", una zona costera de acantilados erosionados por las olas y el viento, y que estaban protegidos por el P.N. Paparoa, a 210 kms al norte siguiendo siempre la carretera costera. Hasta llegar ahi y con el día lluvioso que nos hizo, solo paramos en un par de poblaciones, una de ellas Hotikita, situada en el estuario del río del mismo nombre, y en algunos miradores de esta carretera, que alternaba los acantatilados con las zonas planas con playas y lagos, y nos invitaban a detenernos unos momentos para disfrutar un instante de las hermosas vistas.




Costa oeste de la isla sur

Costa oeste de la isla sur


Costa oeste de la isla sur


Hokitika

Pancake rocks

Pancake rocks








Pancake rocks

Pancake rocks

Costa oeste de la isla sur

Una parada para comer

Una cenita





Llegamos a Westport, la ciudad que marcaba el último lugar para girar a la derecha y así salvar las montañas del parque nacional Kahurangi. Aún se podía continuar por la costa una centena de kilómetros y adentranos en una zona que prometía zonas vírgenes y salvajes, pero con la lluvia insistente y la mala predicción, decidimos no visitar la ciudad de Westport y no adentrarnos en la carretera que seguía hacia en norte pegado a la costa. De modo que tomamos el giro a la derecha buscando el paso de montaña que nos llevase hacia la ciudad de Murchison, y de ahí adentranos en el P. N de los lagos de Nelson, a 180 kms de Punakaiki. Una zona boscosa a la altura del arroyo Lyell, en la región de Inangahua, a medio camino, nos animó a dar una vuelta por el bosque para estirar las piernas en medio de la lluvia. Es una antigua zona de buscadores de oro que resultó demasiado rocosa para cavar, por lo que el cementerio solo duró 30 años y se trasladó más tarde  a otro lugar cercano al nuevo asentamiento de los buscadores de oro.





Cementerio de Lyell
Cementerio de Lyell




Bosque en el Lago Rotoroa




 Después de llegar a Murchison, recorrimos los 32 kms. que por carreteras de ripio que nos llevaron a la orilla del lago Rotoroa, dentro del P.N. de los lagos de Nelson. Allí, en plena naturaleza y aprovechando unas horas de tregua climática, nos dimos una vuelta por el bosque que rodeaba el lago, pero en seguida llegaron las lluvias de nuevo y decidimos poner rumbo hacia el norte camino de la estrella de los parques del norte de la isla, el  parque nacional Abel Tasman, un parque costero con preciosas playas vírgenes con el color azul turquesa del mar en sus orillas, siempre y cuando hiciera un día soleado, bordeadas por una enorme zona boscosa primaria, que junto al parque nacional Kahurangi, ocupan el extremo noroeste de la isla.




Kohatu, entre Murchison y Marahau





Aún nos quedaban alrededor de 130 kms para llegar a la parte sur del parque. Antes nos aprovisionamos en Marahau, un pequeño pueblecito moderno  situado en la costa. Una vez llegamos al parking donde se acababa la carretera y empezaban los senderos, tuvimos que aguardar en la furgoneta varias horas a consecuencia de la insistente lluvia. La tarde nos dio una pequeña tregua, y la lluvia incesante pasó a ser una alternativa de claros y nubes, que al menos nos dejó ir a visitar el camino costero que llevaba a Torrent bay, un camino que va por el interior del bosque y que descubría pequeñas calas en su recorrido. El tramo que recorrimos era espectacular, y volvimos ya de noche a la furgoneta. El parque es de infinita belleza, y hubiésemos querido visitar también el colindante parque nacional de Kahurangi, e incluso la zona norte del Abel Tasman, pero las lluvias y la predicción nos llevó a abandonar la zona sin poder disfrutar al máximo de esta espectacular zona de la isla. Es una de las mejores zonas del oeste de la isla para ver el endémico Rascón Weka (gallirallus australis ), bastante numeroso en toda la zona oeste de la isla, el último de los rascones endémicos no extinguido en el archipiélago de Nueva Zelanda.
 


Rascón Weka ( gallirallus australis )

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

Rascón Weka ( gallirallus australis )


Rascón Weka ( gallirallus australis )




P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

Rascón Weka ( gallirallus australis )

Rascón Weka ( gallirallus australis )



P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman

P.N. Abel Tasman





Costa norte de la isla sur

Costa norte de la isla sur

Costa norte de la isla sur

Costa norte de la isla sur



El Mielero Tui ( prosthemadera novaeseelandiae ) junto con el Mielero Maorí ( anthornis melanura ), son dos endemismos y están muy extendidos por el archipiélago. Inundan con sus cantos las tres islas más grandes del archipiélago. Los ingleses llaman "pájaro campana" por sus reclamos al Mielero Maorí, y ambos habitan las zonas arboladas de la isla sur de Nueva Zelanda, resistiendo la presión de los depredadores introducidos que otras aves de bosque no han podido superar.


Un pariente cercano del Mielero maorí, el Melífago de las islas Chatham ( anthornis melanocephala ), endémico de estas islas neocelandesas, fue extinguido de ellas en 1910.



Mielero maorí ( anthornis melanura )

Mielero Tui  ( Prosthemadera novaeseelandiae )










Mielero Tui  ( Prosthemadera novaeseelandiae )
Mielero maorí ( anthornis melanura )
Mielero Tui  ( Prosthemadera novaeseelandiae )



Mielero Tui  ( Prosthemadera novaeseelandiae )

Mielero Tui  ( Prosthemadera novaeseelandiae )

Mielero Tui  ( Prosthemadera novaeseelandiae )

Mielero Tui  ( Prosthemadera novaeseelandiae )


Mielero Tui  ( Prosthemadera novaeseelandiae )

Mielero Tui  ( Prosthemadera novaeseelandiae )




Mielero maorí ( anthornis melanura )


Tras pasar la noche en una playa cercana al parque, proseguimos nuestro viaje bordeando esta vez la costa norte de la isla. Atravesamos la ciudad de Richmond primero y Nelson a continuación, ésta última, la ciudad más grande del norte de la isla, y seguimos dirección Havelock, puerta de entrada a los fiordos norteños, no tan espectaculares como los del P.N. Fiorland, pero también salvajes y deshabitados. Por el camino aún pensábamos en cruzar desde Picton a la isla norte, aunque solo fuese por la experiencia de recorrer el estrecho de Cook, y llegar a Wellingtown en el ferry que une las dos islas. Sumando lo excesivamente caro de los pasajes y la pérdida de tiempo en ir y volver, que nos dejaría algún lugar de la isla sur sin visitar, decidimos recorrer alguno de los múltiples fiordos que bordeaban las carreteras de tierra que recorrían esta región y desestimar la idea de atravesar el estrecho de Cook. Decidimos al azar, recorrer el brazo de Grove del fiordo de Queen Charlotte, pasando por la bahía de Okiwa, la bahía de Thompsom, la bahía de Onahau y la bahía de Lochmara. En esta zona, también había cientos de kilómetros para recorrer a pie, por el Queen Charlotte track, en los que perderse varios días o semanas caminando por el entramado de fiordos e islas que es esta parte norte de la región de Marlborought, y que mediante el estrecho de Cook une las dos islas principales del archipiélago de Nueva Zelanda.

Al desplazarnos tantos kilómetros hacia el este, incluso pudimos despistar a las nubes y la lluvia que tanto nos había martirizado los últimos días, así que pudimos disfrutar de caminatas por los bosques, de las preciosas vistas que nos encontrábamos por los solitarios caminos solo salpicados muy de vez en cuando de alguna agrupación de casas, casi siempre vacías, que habían tenido a bien construirse la gente a modo de residencia de fin de semana o verano. No faltaban lugares idílicos donde pasar la noche inmersos en la solitaria y salvaje naturaleza.



Havelock





Pelorus sound con Havelock al fondo

Pelorus sound con Havelock al fondo

Fiordos de Marlborough

Fiordos de Marlborough

Fiordos de Marlborough

Fiordos de Marlborough

Fiordos de Marlborough

Fiordos de Marlborough

Bosque en el norte de la región de Marlborough

Fiordos de Marlborough




Una vez visitado este brazo del fiordo de la reina Charlotte, seguimos nuestro camino por el abrupto terreno por donde transcurría la carretera principal que llevaba a Picton, a 34 kms., en dirección este,  de Havelock, pequeña ciudad y puerto principal del ferry para trasladarse a la isla norte.




Picton


El precio total de los pasajes solo para la ida era de unos 300 euros para nosotros que viajábamos tres personas, con una campervan que no superaba los 5,5 m.. Por otro lado, a una hora de navegación había una de esas islas que estaba libre de depredadores y donde se podían encontrar endemismos que estaban ya extinguidos en las islas grandes o que estaban bajo mínimos en número de individuos. Esta es isla Blumine, y por 91 dólares NZ, te llevan a primera hora de la mañana en barco para que intentaras avistar pájaros como el Tieke de la isla sur, el Mohoua cabecigualdo, el Perico montano, el kaka o el kiwi de Okarito. Pasamos unas horas en esta moderna y tranquila ciudad para luego emprender nuestro camino hacia el sur en busca de nuestro último destino señalado, Kaikura, antes de volver a Christchurch, destino final de nuestro circular recorrido.


Tras atravesar la ciudad de Blenheim, una zona de humedales para una corta visita, un extraño bosque de árboles quemados en una zona pantanosa inmersa en un area de media montaña y ver un par de playitas, llegamos a Kaikura después de recorrer los 156 kms. que lo separan de Picton.




Entre Picton y Kaikura

 Kaikura es famoso porqué a pocos kilómetros de sus costas, se juntan un par de corrientes ricas en peces, que atraen tanto a los grandes mamíferos marinos como a los grandes alados pelágicos. Orientada totalmente al turismo, las empresas se reparten los negocios, dedicándose unos a buscar a las grandes ballenas y otros orientan sus salidas a la observación de aves. Ambas agencias complementan sus objetivos principales con visitas a colonias de lobos marinos de Nueva zelanda o a la observación de delfines. Otra opción en las afueras del pueblo, es la visita de unos acantilados, en la que te puedes acercar todo lo que quieras a los lobos marinos.

El precio de la visita a las ballenas era de 150 dólares de NZ por persona, y la salida a ver aves pelágicas de 125 dólares de NZ por persona. Mis amigos desestimaron la salida a ver ballenas, y yo me apunté a la salida pelágica del día siguiente por la mañana, la segunda en este viaje.




Kaikura


Antes fuimos visitar los acantilados, acercándonos quizá demasiado a los acostumbrados a los humanos lobos marinos, que aunque parecían estar tranquilos descansando, imponían respeto con sus gritos o movimientos repentinos. No había playas bonitas en Kaikura.



Acantilados en Kaikura




Lobo marino en los acantilados de Kaikura

Lobo marino en los acantilados de Kaikura

Lobo marino en los acantilados de Kaikura


Al día siguiente, desayunamos en la furgoneta y yo me fui a la agencia donde reservé el día anterior la excursión. Esta vez, era un grupo reducido, en un barco pequeño con un motor de gran potencia. Me habían ofrecido pastillas contra el mareo pero las rechacé suponiendo que no las necesitaba, ¡¡craso error!!!.

En la navegación de aproximación a las aguas de alta mar, no tuve ningún problema. El capitán del barco navegaba a gran velocidad, y era un experto en su trabajo y en el conocimiento de las aves pelágicas. Primero soltamos una pardela que habían recuperado en cautividad tras encontrarla herida en el mar, y luego fuimos a buscar a los albatros. En un momento se llenó de Petreles dameros y empezaron a aparecer Albatros viajeros, reales y de corona blanca. Todo un escenario para disparar sin descanso con las dos cámaras que llevaba. Fue ahí, con el balanceo del barco que estaba parado, junto con el intento de enfocar a motivos en movimiento, cuando poco a poco empecé a marearme, luego a tener naúseas y el resto de la excursión a vomitar por la borda hasta que no me quedaba nada en el estómago. Cuando ya no tenía nada en el estómago, seguí vomitando la bilis, y cuando nos trasladaron en coche desde el puerto a la agencia, también puse el coche perdido por fuera. Después de dejarme en tierra firme, aún tardé más de una hora en recuperarme del todo.

Lo pasé muy mal, pero disfruté a la vez viendo cuatro especies de albatros, petreles, pardelas, potoyuncos, además de delfines y lobos marinos de Nueva Zelanda, una especie muy pequeña endémica de estas islas.

Aquí pudimos ver de cerca a la mayor de las aves voladoras existentes hoy en día, el Albatros viajero ( diomedea exulans ),  con una envergadura record medida de 363 cms. Solo su pico mide 20 cms.,  pudiendo recorrer cientos de kms. sin aletear. Ocupa toda la zona austral de los oceanos. Alcanza la madurez sexual a los 10 años y se empareja de por vida. Si alguno de los cónyuges muere, el superviviente no intentará criar hasta que no vuelva a emparejarse, lo que puede llevarle varios años de búsqueda. Se alimenta de cefalópodos, peces y desperdicios de barco.

Otro endemismo que pudimos ver, fue al pequeño Delfín de Héctor ( cephalorhynchus hectori ), el más pequeño de la familia delphinae, con una longitud de 1,2 a 1,6 m y un peso que varía de 40 a 60 kgs. Existen dos poblaciones principales separadas por el estrecho de Cook y que se mueven a ambos lados de la isla sur, existiendo otra pequeña población en el norte de la isla norte, con tan solo unos 100 ejemplares. Está amenazado y su población se estima en unos 7000 ejemplares.



Pardela gavia ( puffinus gavia )

Petrel damero ( dapton capense australe )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Petrel damero ( dapton capense australe )

Petrel damero ( dapton capense australe )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Abanto marino subantártico ( macronectes halli )

Abanto marino subantártico ( macronectes halli )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Pardela de Tasmania ( puffinus tenuirostris )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Albatros de corona blanca ( thalassarche steadi )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Albatros de corona blanca ( thalassarche steadi )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Lobo marino de Nueva Zelanda ( arctophoca forsteri )

Pardela de gorgiblanca ( procellaria aequinoctialis )

Pardela de gorgiblanca ( procellaria aequinoctialis )

Albatros viajero ( diomedea exulans gibsoni )

Lobo marino de Nueva Zelanda ( arctophoca forsteri )

Lobo marino de Nueva Zelanda ( arctophoca forsteri )

Delfín de Héctor ( cephalorhynchus hectori )

Delfín de Héctor ( cephalorhynchus hectori )




Abandonando Kaikura, ya solo nos quedaba pasar un día en algún sitio agradable, dormir cerca de Christchurch en algún bonito lugar y devolver la furgoneta camperizada que había sido nuestro hogar durante más de tres semanas. Solo nos quedaba la vuelta, esta vez desde Christchurch a Sydney, de Sydney a Dubai, y desde ahí hasta Madrid, en un a maratoniana vuelta a casa, sin duda lo peor del viaje junto con los vuelos de ida, y eso teniendo en cuenta que eran enlaces bastante rápidos y rutas sin rodeos.

Nueva Zelanda es un archipiélago muy aislado del resto del mundo, con una fauna con muchas especies endémicas. Ancestralmente y durante millones de años, los únicos mamíferos autóctonos, eran distintos tipos de murciélagos, con lo que muchas de las aves, habían evolucionado para no tener que utilizar las alas para volar y se desplazaban por el suelo sin problemas de depredación. Otras especies de aves pequeñas, anidaban en arbustos o árboles, sin procuparse de depredadores que pudieran amenazar su existencia. Otros eran tan grandes que no tenían miedo de nada que se arrastrara por el suelo. Todo esto hasta que los maoríes, procedentes de la polinesia en el siglo XIV primero, y los ingleses con su imperio después, colonizasen el archipiélago. Entre las especies que predaban los humanos con la caza, las que fueron exterminadas por las especies invasoras que trajeron en sus barcos o la tala de bosques, son casi tan numerosos los endemismos extintos como los aún supervivientes en el archipiélago.


El Moa gigante de la isla norte ( dinornis novaezelandiae ) en el siglo XV o el Moa de las tierras altas ( megalapteryx didinus ) que resistió hasta el siglo XIX, eran gigantes no voladores que medían más de tres metros de alto y de aspecto parecido a las avestruces. Tanto ellos como todos sus parientes en el mundo han sido ya exterminados por la caza del hombre. Éstos fueron cazados hasta el exterminio por los colonizadores polinesios.



Otro de los géneros de aves que aún subsisten en Nueva Zelanda y a los que se podían ver y sobretodo escuchar, son los Mohouas. Existen tres especies, el Mohoua pipipi ( mohoua novaeseelandiae ), el más común y extendido por las dos islas, al que pude ver en varias ocasiones y escuchar algunas más. Luego está el Mohoua cabecigualdo ( mohoua ochrocephala ), al que solo pude ver una vez y escuchar en los bosques otro par de veces. Esta especie está en peligro y solo presente en la isla sur. Habría que viajar a la isla norte para buscar la otra especie que falta, el Mohoua cabeciblanco ( mohoua albicilla ), habitante solo en esa isla. Se alimentan de insectos que van cazando en los árboles y en las hojas de las plantas. Son de tamaño muy pequeño.


Las aves acuáticas de la familia de las anátidas endémicas de Nueva Zelanda que se pueden ver sin problemas por muchos lugares de la isla son el Tarro Maorí ( tadorna variegata) y el Porrón maorí ( aythya novaeseelandiae ). Luego existe también, el Pato azúl ( hymelonaimus malacorhynchus ), limitado a unos pocos lugares del oeste de la isla sur, y al que no conseguí ver, y la cerceta maorí ( anas chlorotis ) también presente en el oeste de la isla, pero mucho más abundante en la parte septentrional de la isla norte. Otra ave acuática presente en toda la isla norte y con algunas apariciones en la parte septentrional de la isla sur, es el Zampullín Maorí ( poliocephalus rufopectus ).

Las expecies extintas de hábitos similares a este grupo de aves acuáticas, son la malvasía de Nueva Zelanda ( oxyura vatentsi ), extinguida por los maoríes en el siglo XIV, el Pato de Finsch ( chenonetta finschi ), la serreta de las islas Auckland ( mergus australis ), que tras su caza y la introducción de ratas, se extinguió de Nueva Zelanda y las islas periféricas en 1902, el Ganso de la isla norte ( cnemiormis gracillis ), que perdió su capacidad de volar como los Aptornis o los Moas, y que fue extinguido tras la colonización maorí de los siglos XIV - XV.





Tarro maorí hembra ( tadorna variegata )

Tarro maorí macho ( tadorna variegata )



Tarros maoríes ( tadorna variegata )




Tarro maorí hembra ( tadorna variegata )




Tarros maoríes ( tadorna variegata )

Tarro maorí hembra ( tadorna variegata )







Tarro maorí macho ( tadorna variegata )





Porrón maorí ( aythya novaeseelandiae )


Porrón maorí ( aythya novaeseelandiae )








Tarros maoríes ( tadorna variegata )

Tarros maoríes ( tadorna variegata )












Porrón maorí ( aythya novaeseelandiae )


Porrón maorí ( aythya novaeseelandiae )


La codorniz de Nueva Zelanda ( coturnix novaezelandiae ), cuyo último ejemplar se vio en 1875, fue exterminada por los colonos ingleses, que con ayuda de las ratas y los cerdos acabaron con la especie.



Existe una paloma endémica de Nueva Zelanda que aún está presente en las  dos islas grandes, en la totalidad de su territorio. Se la ve fácilmente volando de árbol en árbol a media altura con sus planeos característicos, parecidos a los de la paloma torcaz.




Paloma maorí ( hemiphaga novaeseelandiae )

Paloma maorí ( hemiphaga novaeseelandiae )


De la familia de los cucos, está el Koel colilargo ( urodinamys taitensis ), que por mucho que busqué cuando estuve en terrenos arbolados, no conseguí detectar en ninguna ocasión.

Existieron en épocas pasadas dos calamones de gran tamaño, uno en la isla norte, el Calamón Takahe de la Isla norte ( porphyrio mantelli ) extinguido, y el Calamón Takahe de la Isla sur ( porphyrio hoschtetteri ), al que se creía extinto desde 1898, hasta que en 1948 se encontró una pequeña población de la especie, a la que han logrado recuperar introduciéndolos en islas y valles libres de especies depredadoras invasoras, tanto en la isla norte como en la isla sur. Es otra especie no voladora, fácil de cazar por los humanos y muy apreciado por la gastronomía. Estos dos ejemplares estaban en un centro de recuperación esperando a ser devueltos a la libertad.

De la familia de los aún supervivientes Rascón weka  ( gallirallus australis ) o el Calamón Takahe de la isla sur ( porphyrio hoschtetteri ), los Aptornis de la isla norte ( aptornis otidiformis ) fueron exterminados tras la colonización polinesia de un modo parecido a como fueron extinguidos los "moas". Lo mismo le pasó a los individuos de la especie de Rascón de Nueva Zelanda ( capelliramus karamu ), y al Rascón de Hodgens ( gallinula hodgenorum ) nativos el primero de la isla norte, y el segundo de ambas islas.




Calamón Takahe de la isla sur ( porphyrio hoschtetteri )

Calamón Takahe de la isla sur ( porphyrio hoschtetteri )


También en pocos individuos y muy localizados, hay una especie de cigüeñela, la Cigüeñela negra ( himantopus novaezelandiae ), endémica de Nueva Zelanda, a la que tampoco pude localizar.


Los que sí sobreviven y con buenas poblaciones son los ostreros que pueblan las playas de la isla. El Ostrero Neozelandés ( haematopus unicolor ) y el Ostrero de Finsch ( haematopus finschi ). A amabas especies las pude ver en multitud de ocasiones en las muchísimas playas vírgenes que visitamos. Al que no pude ver, aunque es cierto que está presente en mucho mayor número en la isla norte que en la sur, a pesar de su nombre, es al Chorlito Maorí de la isla sur ( charadrius obscurus ), ni tampoco al Chorlitejo piquituerto ( anarhynchus frontalis ), también endémico de Nueva Zelanda.




Ostrero de Finsch ( haematopus finschi )

Ostrero negro de Nueva Zelanda ( haematopus unicolor )

Ostrero de Finsch ( haematopus finschi )

Ostrero negro de Nueva Zelanda ( haematopus unicolor )


Ostrero negro de Nueva Zelanda ( haematopus unicolor )


Ostrero de Finsch ( haematopus finschi )


Respecto de las gaviotas y charranes, existen tres tipos de especies endémicas, la Gaviota Maorí ( choroicephalus bulleri ) , el Charrán maorí ( sterna striata ), que aunque algunos ejemplares invernan en la costa este australiana, la cría solo se dan en el archipiélago de Nueva Zelanda, y el Fumarel maorí ( chilidonias albostriatus ).





Charrán maorí ( sterna striata )

Charrán maorí ( sterna striata )

Charrán maorí ( sterna striata )

Charrán maorí ( sterna striata )



Gaviota Maorí ( chroicephalus bulleri )

Gaviota Maorí ( chroicephalus bulleri )

Gaviota Maorí ( chroicephalus bulleri )



Las pardelas de Westland ( procellaria westlandica ) y de Hutton ( puffinus huttoni ) son endémicas, solo crían en islas del archipiélago. Por otra parte, la pardela de Scarlett ( puffinus spelaeus ), nativa de Nueva Zelanda, fue extinguida tras la introducción de ratas que hicieron los polinesios en el siglo XIV.


De las distintas especies endémicas de cormoranes que habitan en las costas de Nueva Zelanda, pudimos observar al Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus ) y al Cormorán de Steward ( phalacrocorax chalconotus ), no llegando a ver al Cormorán carunculado ( phalacrocorax carunculatus ), presente en el estrecho de Cook.


Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus )

Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus )

Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus )

Cormorán de Steward ( phalacrocorax chalconotus )

Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus )

Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus )


Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus )



Cormorán de Steward ( phalacrocorax chalconotus )

Cormorán de Steward ( phalacrocorax chalconotus )

Cormorán de Steward ( phalacrocorax chalconotus )



Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus )

Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus )

Cormorán moteado ( phalacrocorax punctatus )




Respecto de las garzas y sus familiares, el avetorillo maorí ( ixobrychus novaezelandiae ), otro endemismo extinto, sobrevivió hasta al menos 1890.


Tras la extinción de los Moas, también se extinguió las gran águila que la predaba, y que es la especie más grande que ha coexistido con el hombre moderno, el Águila de Haast ( harpagornis morei ), con una envergadura de casi tres metros, era el único depredador al que los "moas" tenían que temer hasta la llegada del ser humano. Tras el exterminio de su presa, esta enorme águila siguió su pasos de forma acelerada. Ahora las únicas rapaces diurnas que se ven en los cielos, son los Aguiluchos laguneros del pacífico ( circus aproximans ), de mucho menor tamaño, adecuado para las presas disponibles en la actualidad, que además de cazar aves acuáticas, carroñean en las carreteras los animales atropellados, como hacen los "milanos" en las carreteras españolas. Aún sobrevive una rapaz endémica en los cielos neozelandeses, el Halcón Maorí ( falco novaeseelandiae ), presente en todo el archipiélago neozelandés. Lo pude ver en diferentes ocasiones, pero fue en Okarito donde pude disfrutar de su vuelo bajo, recto y de aleteos rápidos, cuando me pasó por encima.




Halcón maorí ( falco novaeseelandiae )

Halcón maorí ( falco novaeseelandiae )


Otras especies seriamente amenazadas son los tres  "pericos" residentes en ambas islas grandes. El Perico Maorí cabecirrojo ( cyanoramphus novaezelandiae ), es el más extendido junto con el Perico Maorí cabecigualdo ( cyanoramphus auriceps ), siendo el Perico Maorí montano ( cyanoramphus malherbi ), el más escaso y amenazado, sin contar las especies endémicas de las islas más pequeñas del archipiélago. Yo no logré ver a ninguno.

Los únicos supervivientes de la familia Callaediae, que antes poblaban las dos islas grandes son los Tiekes de la isla sur y norte ( philesturnus rufusafer y carunculatus ), además de los aún más escasos  Kokakos de la isla norte y sur  ( callaeas wilsoni  y cinereus ), probablemente extinta la especie de la isla sur. Son ahora especies que han mejorado sus poblaciones gracias a los programas de cría en cautiverio y repoblaciones de lugares declarados libres de depredadores, normalmente islas pequeñas cerca de las costas de las islas principales, aunque en la isla norte, consiguieron erradicar de varios valles a todas las especies depredadoras invasoras.

El otro representante de la familia, del que no se sabe nada de ningún ejemplar desde 1907, es el Huia ( heteralocha acutirostris ). Era un ave que su principal característica era el dimorfismo sexual en el pico, el mayor de todos los pájaros conocidos en el mundo, donde la hembra  presentaba un pico largo y curvado hacia abajo, similar al de los "suimangas" en la forma , y el macho un pico corto y grueso acabado en punta, parecido al de los "verdugos". Medía 45 cms. de longitud, y la excesiva caza por sus plumas ornamentales y la tala de los bosques primarios donde vivían, junto con la no adaptación a los bosques secundarios, fue la causa de su total extinción, aunque se cree que la especie ya estaba diezmada cuando llegaron los europeos.

Otra de las familias endémicas de Nueva Zelanda a la que le quedan tan solo dos representantes vivos, son los Acantizas. Son pájaros pequeños, que no superan los 10 cms. y que habitan en zonas de bosque y matorrales. Mientras al Acantiza verdoso ( acanthisita chloris ), se lo puede ver por todo el archipiélago, el Acantiza Roquero ( xenicus gilviventris ), es una especie  alpina y subalpina, encontrándose solo practicamente en el oeste de la isla sur.

El Chochín de la isla de Stephen ( xenicus lyalli ), incapaz de volar y que habitó en todo el archipiélago, tras la introducción de la rata polinesia, quedó relegada a la pequeña Isla de Stephen, donde la construcción de un faro en 1894 y la introducción de gatos, llevaron en pocos meses a la extinción total de la especie. Algo parecido le pasó al Acantiza de matorral ( xenicus longipes ), otra especie casi incapaz de volar, exterminada por los depredadores foráneos. Los últimos seis ejemplares fueron liberados en la isla de Kaimohu en 1972 y no se los ha vuelto a ver.





Acantiza verdoso ( acanthisita chrolis )

Acantiza roquero ( xenicus gilviventris )

Acantiza verdoso ( acanthisita chrolis )




El Píopío de la isla sur ( turnagra tanagra ) y el de la isla norte ( turnagra capensis ), de la familia de las oropéndolas, no han sido registrados desde principio del siglo XX, y se los ha declarado extintos.

 Fueron los polinesios con sus depredadores importados, los que extinguieron el Cuervo de las islas Chatham ( corvus moriorum ).


Otra especie endémica, bastante extendida, es la Ratona Hada de la Isla de Norfolk ( gerigone igata ), única especie representante de la superfamilia a la que pertenece, y fácil de ver en terrenos arbolados por las dos islas principales.





Ratona Hada de la Isla de Norfolk ( gerigone igata )

Ratona Hada de la Isla de Norfolk ( gerigone igata )


Ratona Hada de la Isla de Norfolk ( gerigone igata )



El bonito y simpático Abanico maorí ( rhipidura fuliginosa ), es la única especie de la familia que tantos representantes, exactamente 52 especies, están repartidos en toda la zona de Australasia. Son insectívoros y se pasean entre las ramas de los árboles y arbustos en busca de comida. Son pequeños y mide unos 15 cms. incluída su larga cola. Está presente en casi todo el archipiélago.



Abanico maorí ( rhipidura fuliginosa )






Abanico maorí ( rhipidura fuliginosa )

Abanico maorí ( rhipidura fuliginosa )


Un par de "tordos australo-papuanos", familia que casi toda ella reside entre Papúa Nueva Guinea y Australia, evolucionaron en este archipiélago. Existen diez especies de "petroicas", género al que pertenecen. La Petrioca Carbonera ( petrioca macrocephala ), es la que más se deja ver, y además de verla dentro del bosque , también la pude ver y fotografiar en arbustos y otras zonas más expuestas. En cambio a la Petroica Neozelandesa ( petroica australis ), tan solo la avisté un par de veces, y siempre en las zonas más umbrías de los bosques.



Petroica carbonera ( petroica macrocephala )

Petroica carbonera ( petroica macrocephala )


Petroica carbonera ( petroica macrocephala )


Petroica carbonera ( petroica macrocephala )

Petroica carbonera ( petroica macrocephala )


Petroica carbonera ( petroica macrocephala )

Petroica carbonera ( petroica macrocephala )





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